Gaceta Electoral. Órgano de Difusión del Instituto Electoral del Estado de México núm. 46
Palabras clave:
Cultura político-electoralSinopsis
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer fue aprobado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la resolución 54/134, emitida el 17 de diciembre de 1999. Se instauró el 25 de noviembre a propuesta de República Dominicana —fecha avalada por 80 naciones—, pues ese día, pero de 1960, se registró en ese país el asesinato de las tres hermanas Mirabal por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
A partir de entonces, numerosas naciones cuentan con estrategias específicas para combatir la violencia contra la mujer. Entre estas destacan modificaciones a la legislación con el fin de prohibir los actos de agresión hacia las féminas, el diseño de planes generales y sectoriales para combatirla, así como la promoción de campañas que incentivan el interés de los diferentes ámbitos de la sociedad para disminuir este problema.
Esta clase de tácticas han servido, a su vez, para sensibilizar a los Estados y a la sociedad sobre la existencia de otras formas de violencia, tales como el maltrato infantil, el abandono a los ancianos, la falta de atención a los minusválidos y el desinterés sobre las necesidades de colectivos minoritarios. No obstante, la violencia contra la mujer sigue registrando altos índices, debido a que la lucha para contrarrestarla se encuentra sensiblemente rezagada en diversos países.
A pesar de los esfuerzos que en ciertas latitudes se han realizado por atender este problema, existe un referente importante surgido en 1981, en el que se celebró el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en Bogotá, Colombia; en este, se señaló el 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, como recuerdo del asesinato de las hermanas Mirabal.
Otro suceso de interés ocurrió en 1993, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, definida como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ocurrido en la vida pública o en la vida privada”.
Así es como se llegó al 17 de diciembre de 1999, fecha en la que, como se dijo, se designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, motivo por el cual se invitó a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las no gubernamentales a implementar actividades dirigidas a sensibilizar a toda persona acerca de este problema.
Siete años después, en octubre de 2006, se dio a conocer un estudio pormenorizado sobre todas las formas de violencia contra la mujer, con el que se pusieron en marcha acciones concretas para prevenirlas, tratar sus causas (desigualdad histórica y discriminación generalizada), así como investigar, enjuiciar y castigar a quienes incidan en actos de abuso que afecten al género femenino.
La celebración del Día Naranja, el 25 de cada mes, surgió como una actividad especial de carácter internacional debido a que la violencia contra la mujer constituye por sí misma la vulneración de sus derechos humanos, aspecto que ha generado la subsistencia de desigualdades, que podrían desaparecer con solo la voluntad de erradicarlas en una doble vertiente: previniéndolas o combatiéndolas.
En relación con lo anterior, la ONU ha realizado un llamado para que el día aludido nos unamos a la campaña para poner fin a la violencia contra las mujeres, que consiste en que realicemos acciones encaminadas a sensibilizar a la ciudadanía en general acerca de esta situación que, si bien no podemos erradicar de tajo, sí podemos eliminar paulatinamente.
El Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) se une a esta campaña, fomentando acciones que generan un cambio a favor de la mujer. De esta manera, pone a consideración de los servidores electorales, los partidos políticos y el público en general la Gaceta dedicada al Día Naranja, cuyo fin es promover el respeto hacia la mujer, sensibilizando a todos sus lectores —niños, jóvenes y adultos— acerca del derecho que le corresponde, como a todo ser humano, a no ser discriminada, menospreciada o agredida en cualquier forma.
Esta edición forma parte de una serie de actividades que el IEEM se ha propuesto llevar a cabo en forma mensual, con el objetivo de tocar las fibras más sensibles de sus destinatarios y acercarlos al conocimiento de las auténticas dimensiones del problema que aqueja a toda mujer que ha sido presa de malos tratos y de desprecio, lo que la sitúa en una condición seria de vulnerabilidad.
Con estas acciones, el Instituto se suma a la causa de erradicar la violencia de género a través de la promoción y la difusión de los ejercicios de concientización que habrán de implementarse; esto con el fin de contribuir en la cruzada para combatir cualquier señal, insinuación o manifestación que implique un acto de agresión hacia la mujer.
El IEEM, como institución encargada de velar por la democracia, está consciente de que la violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o económico; sabe que esta se da en todas las sociedades del mundo —sin distinción de posición económica, cultura o credo—, a causa, principalmente, de ideas arraigadas y preconcebidas erróneamente acerca del sector femenino, lo que ha generado que, con el pasar del tiempo, las mujeres tengan que superar diversos actos de abuso y de exceso de poder, que han impedido su sano desarrollo y el ejercicio real y libre de sus derechos humanos, lo cual sigue afectando a 50 % de la población mundial.
Por lo expuesto, quienes conformamos esta sólida institución aplaudimos la idea de unirnos a la campaña internacional de la no violencia hacia la mujer, a través de la edición especial de este ejemplar, con el cual se espera contribuir a la concientización de hombres y mujeres para, unidos o en lo individual, lograr la igualdad, la equidad y la paz anheladas, con pasos firmes y decididos.