Democracia ética, una propuesta para las democracias corruptas
Sinopsis
El fenómeno de la corrupción se ha expandido por diversos ámbitos, lo que ha generado el desprestigio de la política y de los políticos, con la consiguiente crisis de confianza de la ciudadanía. Bajo estas circunstancias, el ideal de la democracia de materializar una vida buena para la comunidad política resulta difícil. Este contexto, cada vez más homogéneo en la vida política de los Estados, da pie a la formación de democracias corruptas.
Cuando un Estado descuida la importancia de la ética en la formación de sus representantes públicos, se ponen en marcha los principales motores de la corrupción: la codicia, la avaricia y el anhelo de poder, enmarcados en una sociedad de consumo que exacerba el deseo de poseer, acumular riqueza y obtener placer. Una democracia sin ética desvía su rumbo, se dirige a la desintegración, a la alteración de esta forma de gobierno. Una democracia que ignora a la ética puede derivar fácilmente hacia la oligarquía o, peor aún, hacia la dictadura, sea política o económica.
La ética en democracia es el hilo que teje las relaciones de convivencia, de armonía entre los miembros de la comunidad. Los valores y principios éticos son las guías que marcan el rumbo hacia una sana democracia, hacia la madurez del sistema político.
Analizar de qué manera la ética puede realizar aportaciones al proceso democrático sin duda puede resultar de interés, no sólo para los analistas o para los actores políticos sino para la misma comunidad política.
Bajo el título Democracia ética…, se abre un abanico muy amplio de posibilidades para trabajos con este enfoque. Existe la confianza de que los artículos que aquí se exponen sirvan de estímulo para que otros autores desarrollen nuevos instrumentos éticos de aplicación práctica que permitan construir un dique de contención frente a las democracias corruptas.